En uno de los post anteriores os preguntábamos sobre vuestra opinión acerca de la rentabilidad de las cenas de empresa…si son rentables o no… Ahora os damos nosotros nuestra opinión.
Hablar de cenas de empresa en términos de rentabilidad claro que es posible. De hecho a la hora de organizarla se debe partir de esa idea, es decir, la propia empresa ha de plantearse unos objetivos a lograr en dicha cena.
¿De qué objetivos estamos hablando?
Las empresas no solo persiguen objetivos cuantificables, monetarios o directamente relacionadas con la actividad que realizan o el servicio que prestan sino que también tratan de alcanzar unos objetivos intangibles, como pueden ser reforzamiento y notoriedad de marca, reforzamiento de las relaciones laborales, motivación, fomentar el trabajo en equipo…
Pero volviendo a lo que nos concierne. El gasto que conlleva realizar la cena de empresa es perfectamente retornable, pero para ello es necesario llevar a cabo una previa y correcta planificación y gestión del evento.
Hay dos maneras de organizar una cena de navidad. La primera de ellas es la simple y no rentable, es aquella en la que se reserva un restaurante en una fecha y días concretos y se elige el menú en cuestión. La segunda de ellas es la planificada y rentable, de esta manera se parte de una serie de cuestiones que han de guiar la cena con la idea final de obtener un resultado positivo de la misma. Con positivo no me refiero solo a que sea una cena divertida, sino que me refiero a que se haya contribuido de alguna manera en el crecimiento y mejora de la organización desde el punto de vista del personal que la compone.
Por otro lado, al organizar la cena de empresa hay que tener presente que los invitados son el eje central del evento y que ninguno de ellos debe quedar indiferente tras la celebración. Es muy importante alcanzar la satisfacción de los participantes en la cena de empresa, para que ésta sea todo un éxito.