El mejor jefe es el que sabe transmitir confianza y seguridad a sus empleados. Sin embargo, esto no es fruto de la casualidad, sino que procede de las estrategias adecuadas para poder alcanzar este objetivo. Entre los aspectos básicos para que ello se produzca, figura en primer lugar que el jefe sepa rodearse del personal adecuado.
A la hora de realizar la selección de personal, hemos de tener en cuenta no solo la formación y cualificación del candidato, sino también, lo que puede aportar a la empresa, a nivel de pasión en su trabajo, de involucrase en el proyecto profesional y de coincidir con los criterios de la empresa. Si contamos con el personal laboral que esté en la misma línea de la empresa va a resultar mucho más sencillo involucrarlos en cualquier proyecto y trasmitir seguridad y confianza.
Otro de los aspectos esenciales, es que nuestro personal se sienta valorado, que sepa que su trabajo no solo es necesario, sino que somos conscientes del esfuerzo personal de cada operario y de lo valioso que resulta para la empresa. El hecho de que nuestro personal se sienta valorado a todos los niveles, va a repercutir favorablemente en su modo de afrontar el trabajo y en los resultados que nos va a ofrecer.
Hemos de ser conscientes de que en un mundo laboral altamente competitivo y dentro de un panorama de recesión económica, no siempre va a resultar sencillo transmitir seguridad a nuestros empleados, pues vamos a tener que pasar situaciones de desánimo o de crisis. En estos casos, si no nos vemos capaces de trasmitir tranquilidad y confianza, la mejor opción es acudir a la organización de eventos de empresa.
Existen multitud de actividades que se pueden programar con el fin de alcanzar los objetivos que cada empresa necesita, desde actos lúdicos y de ocio, organización de actividades deportivas, conferencias, seminarios, etc. para facilitar el conocimiento más cercano y personal de los empleados o de estos con los puestos directivos. En todos los casos estas actividades van a ser fructíferas y van a repercutir favorablemente en el funcionamiento de la empresa, en el acercamiento entre el personal y en la seguridad que cada empleado tenga con respecto a su puesto de trabajo, a la actividad que realiza dentro del organigrama de la empresa y a la satisfacción que va a poder adquirir respecto a que es plenamente valorado, tanto por sus compañeros como por sus jefes.