Nos podemos hacer dos preguntas respecto a los catering y su utilidad o significado: ¿Qué es un catering? o ¿Qué es un catering hoy en día?
Por qué nos hacemos estas dos preguntas. Pues muy bien, la respuesta reside en que dada la evolución de la sociedad, y situándonos en la era audiovisual, las perspectivas de las cosas han podido cambiar, como ocurre en el caso de los catering.
Si respondemos a la primera pregunta, qué es un catering, diríamos que es un servicio de alimentación colectiva que provee una cantidad determinada de comidas y bebidas en fiestas y eventos. Esta es la concepción genérica y convencional de lo que es un catering. Pero si contestamos a la segunda pregunta formulada, sobre qué es un catering hoy en día la respuesta puede variar.
La concepción del catering sigue siendo la misma, porque estemos en la era audiovisual o no, un catering sigue siendo un servicio de suministro de alimentos y bebidas, pero podemos añadir un matiz a la finalidad del catering en la actualidad.
El matiz al que me refiero es que en la sociedad tan mediatizada y audiovisual donde vivimos los catering ya no solo sirven para alimentar a los invitados sino que también sirven para comunicar, porque en esta sociedad todo es comunicación.
La forma en la que un catering comunica es mediante la presentación de la comida, las luces, la decoración, los colores, la mantelería… No entran en juego solo los sentidos del gusto o del olfato, sino que todo el conjunto de elementos de exposición de la comida dicen algo, comunican al comensal.
Pero no nos podemos olvidar de que un plato bien presentado en algunas ocasiones puede no decir nada. La clave está en que a través de la preocupación por la estética en la exposición de la comida se transmita un significado o un valor.
Cuando se organiza un evento se pretende transmitir algo a los invitados y los caterings ha conseguido llegar a enviar esos mensajes.
Como dice el Grupo Evento Plus “La gastronomía puede pasar de ser meramente un placer para el gusto a ser un espectáculo visual”.